Las caceroladas para mostrar el descontento contra la decisión del Gobierno central de mantener el confinamiento de la población se extienden por la región. Las protestas, que comenzaron en el distrito de Salamanca de la capital, han encontrado su reflejo ya en localidades del sur de la Comunidad como Móstoles o Alcorcón, mientras que en otras como Leganés ya hay una convocatoria anónima para este mismo sábado.
En el caso de Alcorcón, decenas de personas se concentraron ayer viernes en Parque de Lisboa y, contrariamente a las imágenes vistas en Madrid en jornadas anteriores, respetando las distancias de seguridad.
Algunos de los vecinos que acudieron a la protesta portaban carteles que pedían la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y pero también se pudieron oír gritos contra la alcaldesa del municipio, Natalia de Andrés.
Desde el Partido Popular local, apuntan que esta “doble indignación” se explica por la “ausencia” del Ayuntamiento durante la crisis sanitaria. “Se ha gastado un dineral en comprarse ordenadores y negándose a comprar mascarillas para la gente”, señala Ana Gómez, portavoz del PP en el Consistorio.
Los populares se desmarcan de la imagen de otros lugares que han protagonizado estas protestas. Según unas declaraciones que la propia formación ha recogido, una vecina explica que “aquí no somos los cayetanos, somos trabajadores hartos de tanta mentira y de tanto abuso. Esta es la cacerolada alfarera”, en alusión a la tradición industrial local.