La polémica suscitada por el nombramiento (y posterior revocación) de la hermana de la alcaldesa de Móstoles como cargo de confianza ha suscitado un sinfín de reacciones y ha puesto en el foco una cuestión peliaguda que se repite mucho en política: el nepotismo.
La costumbre de ‘colocar’ a familiares o amigos en las administraciones públicas es conocida, y se repite con demasiado frecuencia y asiduidad en ayuntamientos, Gobiernos regionales y estamentos estatales.
La dimensión mediática que ha tenido el nombramiento de la hermana de la alcaldesa de Móstoles ha sido tal que ha obligado a Noelia Posse a dar marcha atrás, no sin antes dejar en el aire situaciones que afectan al PSOE de Madrid y que suponen una respuesta contundente por parte de la regidora a las presiones de la Ejecutiva regional del partido ante lo que considera un agravio comparativo.
Así, tal y como publica este viernes El Confidencial, las presiones ejercidas sobre Posse han dejado al descubierto otros casos de nepotismo en municipios de la zona sur gobernados por el PSOE, y en los que se ve afectada la propia Ejecutiva regional del PSOE-M en la persona de Miguel Arranz Sánchez, que fuera concejal en Alcorcón y hoy secretario del área de Política Municipal y Autonómica y diputado autonómico.
Así, una hija del citado, Joanna María Arranz, es desde el pasado mes de junio concejala de Educación en el Ayuntamiento de Alcorcón, gobernado por la socialista Natalia de Andrés. Miguel Ángel Arranz, también hijo suyo, es cargo de confianza en el Ayuntamiento de Leganés, gobernado por el socialista Santiago Llorente, con una retribución anual de 40.000 euros.
Estos, sin embargo, no son casos aislados en una cuestión como el nepotismo (o enchufismo) que afecta a otros muchos Ayuntamientos y Gobiernos autonómicos de distinto color político.