El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el llamado “Plan para la transición hacia una nueva normalidad”, que a efectos prácticos supone un proyecto en cuatro fases para iniciar de forma “gradual, asimétrica y coordinada” la vuelta paulatina a la actividad tanto a nivel social como a nivel económico, laboral y comercial.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó la pasada semana que, desde el día 2 de mayo, se permitirá la salida de deportistas y familias, una vez aprobada desde el 27 de abril la salida de los menores de 14 años como primera medida de relajación tras siete semanas de confinamiento. La desescalada, por tanto, empieza ahora a ser un hecho, aunque será lenta y progresiva y no se descarta que pueda haber una marcha atrás forzada si se producen incumplimientos de las medidas o si se produce un repunte en el número de casos.
El plan del Gobierno
Con retraso y retoques de última hora, Pedro Sánchez explicaba los detalles del plan estatal para la progresiva y asimétrica desescalada, que contempla un escenario por fases a diferencia de otros países del entorno y que se llevará a cabo, en principio, en cuatro etapas consecutivas.
De este modo, la transición entre una y otra dependerá de cómo vaya evolucionando la enfermedad y del esperado descenso de contagios y muertes. Para ello, el Ejecutivo central evaluará los resultados de las medidas cada dos semanas, y será entonces cuando se tome la decisión de pasar a la siguiente fase o no. La movilidad, en un principio, quedará restringida a los límites de la provincia o isla de residencia, al menos hasta alcanzar la última de las fases.
De este modo, el próximo día 4 el grueso de las provincias de España iniciarán la fase 0, o fase de preparación, que permitirá la apertura de establecimientos que distribuyan comida a domicilio solo para este particular, o centros para la realización de entrenamientos individualizados para deportisats profesionales. Algunas islas de Baleares y Canarias entrarán directamente en la fase 1, que supondrá el inicio parcial de ciertas actividades como pequeños comercios, bares con terraza con ocupación máxima del 30%, lugares de culto con 1/3 máximo de ocupación o centros deportivos de alto rendimiento.
En la fase 2 se permitirá la apertura de las zonas interiores de bares y restaurantes con un máximo de 1/3 de ocupación, así como la reapertura de cines, teatros y espectáculos con butaca reservada y un aforo limitado.
La última etapa en esta desescalada facilitará la flexibilidad en la movilidad de los ciudadanos y aumentará al 50% el aforo en comercios y restaurantes.
Los plazos, en el mejor de los escenarios, hablan de una vuelta a la normalidad en unas 6-8 semanas. El curso escolar se retomará en septiembre.