La ciudad de Getafe, y más concretamente el barrio de Las Margaritas, ha perdido a uno de sus grandes referentes docentes y a uno de los profesores más queridos de las últimas décadas.
Maxi Rey, según cuentan quienes estuvieron bajo su tutela en el IES Silverio Lanza de la localidad, era uno de esos educadores con mayúsculas que dejan huella y poso en sus alumnos, que inculcan no solo el amor a una determinada materia, sino que además despiertan en sus pupilos la inquietud y el interés por el mundo que les rodea.
El pasado 16 de mayo, a los 78 años de edad, este antiguo catedrático de Lengua y Literatura Española natural de León decía adiós definitivamente, dejando un vacío enorme en todos aquellos que tuvieron la fortuna de recibir sus enseñanzas.
Gonzalo Mora, vecino de la localidad y escritor, fue uno de esos afortunados alumnos de Maxi, a quien define como “una luz en medio de aquellas sombras” que definían la España de la Transición en una ciudad como Getafe.
Unos alumnos que “hoy, agradecidos por sus enseñanzas, le deseamos el más placentero viaje a donde quiera que nos lleve la muerte”, apunta Mora, quien añade: “Los recuerdos imborrables que nos has dejado en nuestro corazón son las lágrimas con las que lloramos tu ausencia. O viceversa”.
Porque Maxi Rey no solo era profesor o escritor (cuenta en su haber con una extensa colección de obras de diferentes géneros), sino que era, por encima de todo, un referente e impulsor de un peculiar modelo de enseñanza que caló hondo en un momento de la historia de Getafe en el que la educación era fundamental.
En su modelo primaba la práctica, la interacción con el alumno, la capacidad para traspasar los libros y despertar el amor por las letras, por la literatura o por el periodismo. DEP.